El cáncer de pulmón es una enfermedad causada por un crecimiento celular anormal de determinadas células en los pulmones. Este crecimiento, generalmente maligno, puede dar lugar a metástasis e infiltración de otros tejidos del cuerpo. El cáncer de pulmón se clasifica en dos grupos principales que determinan el tratamiento y el pronóstico de la enfermedad:
- Cáncer de pulmón de células no pequeñas o no microcítico [1] (representa el 85% de los casos).
- Cáncer de pulmón de células pequeñas o microcítico (representa el 15% de los casos).
El cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP), que es el más frecuente, se divide en tres subtipos principales, cada uno con características y comportamientos distintos. El primero es el adenocarcinoma, que representa entre el 35% y el 40% de los casos. Este tipo de cáncer se origina en las glándulas del pulmón y es más común en los no fumadores. El segundo subtipo es el carcinoma de células escamosas de pulmón, que abarca entre el 25% y el 30% de los casos y se origina en las células planas que recubren los conductos respiratorios. Por último, el carcinoma pulmonar de células grandes, que constituye entre el 10% y el 15% de los casos, es un tipo de cáncer más agresivo que se forma en las células pulmonares grandes y es más difícil de tratar debido a su rápida propagación.
Síntomas del cáncer de pulmón
Los síntomas del cáncer de pulmón pueden ser:
- Tos persistente o que empeora.
- Dolor de pecho.
- Dificultad para respirar.
- Sibilancias.
- Tos con sangre.
- Sensación de cansancio constante.
- Pérdida de peso sin causa conocida.
Factores de riesgo del cáncer de pulmón
Factores de riesgo:
- El tabaquismo: El humo del tabaco es una mezcla mortal de más de 7.000 sustancias químicas, muchas de ellas tóxicas.
- El tabaquismo pasivo: También aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. En términos generales, es similar a fumar uno o dos cigarrillos al día.
- Estar en contacto con sustancias tóxicas y cancerígenas: El gas radón (gas radiactivo que se origina naturalmente al descomponerse el uranio en el suelo y las rocas), asbesto o el amianto (productos utilizados como aislamiento, en minería e industria textil entre otros usos) altos niveles de arsénico en agua potable, así como la ingesta de betacarotenos, se han asociado a un mayor riesgo de cáncer de pulmón. También se ha relacionado con la exposición al níquel y productos de la combustión del diésel, así como con la inhalación de ciertas sustancias químicas como berilio, cadmio y sílice entre otros. .
- Factores genéticos: El riesgo de desarrollar cáncer de pulmón puede aumentar cuando hay antecedentes familiares de la enfermedad.
- Contaminación: Se calcula que, en todo el mundo, unas 500.000 muertes por cáncer de pulmón pueden atribuirse a la contaminación atmosférica.
La principal causa de muerte por cáncer
El cáncer de pulmón es uno de los problemas de salud más importantes a nivel mundial: es la principal causa de muerte por cáncer (1,82M en 2022) y uno de los tumores más frecuentemente diagnosticados en hombres y mujeres. Cada año se diagnostican más de 2 millones de cánceres de pulmón. La incidencia del cáncer de pulmón en España fue de 62,9 casos por cada 100.000 habitantes (30.041 casos totales) en 2022. En todo el mundo, se estima que 2,48 millones de personas fueron diagnosticadas de cáncer de pulmón en 2022.
La incidencia del cáncer de pulmón sigue creciendo y se calcula que para 2035 habrá 3,25 millones de nuevos casos en todo el mundo.
Mortalidad
Debido a la falta de técnicas adecuadas para la detección precoz, alrededor del , lo que impide la resección quirúrgica curativa y dificulta la efectividad de los tratamientos existentes.
La supervivencia del cáncer de pulmón a 5 años es, en general, del 28% para el cáncer no microcítico y 7% para el cáncer microcítico, debido a la agresividad de la enfermedad y a la falta de detección precoz, y disminuye al 3-9% en el cáncer de pulmón metastásico.. Por lo tanto, el desarrollo de herramientas para la detección temprana, junto con la promoción de medidas de prevención primaria, como el abandono del tabaquismo, representa una estrategia clave para disminuir la mortalidad por cáncer de pulmón. Esto constituye, sin duda, una prioridad urgente en el ámbito de la salud pública.
Técnicas de diagnóstico actuales
Pruebas de imagen
Las técnicas de imagen son utilizadas en primer lugar ante la sospecha de cáncer de pulmón para determinar la presencia de nódulos pulmonares y su clasificación como benignos, malignos o indeterminados. La técnica de imagen por excelencia es la tomografía computarizada (TC) y la tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) que se complementan con resonancia magnética, radiografía, tomografía por emisión de positrones (PET) o gammagrafía ósea según las características del hallazgo, del paciente y la urgencia del diagnóstico.
Otras pruebas complementarias para diagnosticar el cáncer de pulmón
Citología de esputo o lavado bronquial. Esta puede ayudar a diagnosticar cánceres originados en las vías respiratorias principales del pulmón, como los cánceres de pulmón de células escamosas, pero puede no detectar otros tipos de cánceres de pulmón.
Toracocentesis: se trata de un procedimiento realizado para drenar el líquido que se encuentra en el espacio entre el revestimiento externo de los pulmones (pleura) y la pared torácica. Dicho líquido puede ser examinado para detectar la presencia de células cancerígenas.
Biopsia con aguja: puede realizarse por aspiración con aguja fina, por punción con aguja gruesa o puede tratarse de una biopsia transtorácica con aguja.
Broncoscopia: se trata de una prueba para visualizar las vías aéreas, durante la cual se pueden realizar biopsias.
Otras pruebas
Además, se pueden realizar otros exámenes para determinar el avance del cáncer en caso de que se diagnostique, como una ecografía endobronquial o una ecografía endoscópica esofágica, y pruebas para determinar el grado de función pulmonar.
Cribado/diagnóstico en etapas tempranas
La tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) se utiliza habitualmente en los estudios de cribado, permitiendo la detección temprana de la enfermedad. Sin embargo, ha sido criticada por su elevada tasa de falsos positivos, ya que un número considerable de los nódulos detectados son benignos.
En este sentido, la combinación de los hallazgos radiológicos con los marcadores moleculares podría facilitar la identificación de aquellos pacientes con nódulos detectados por TCBD que tienen cáncer y distinguirlos del gran número de sujetos con nódulos benignos, para así evitar intervenciones invasivas innecesarias.
Bibliografía
https://www.cancer.org/cancer/lung-cancer/about/what-is.html