El cáncer colorrectal (CCR) se origina en el colon o el recto, la parte final del tubo digestivo. La mayoría de los CCR comienzan como un crecimiento, o pólipo, en el revestimiento interior del colon o del recto. Algunos tipos de pólipos pueden convertirse en cáncer con el tiempo, pero no todos los pólipos se convierten en cáncer. Esto puede tardar hasta 10 años.
Si el cáncer se forma en un pólipo, con el tiempo puede crecer hacia la pared del colon o del recto. Las células cancerosas de la pared del colon o del recto pueden crecer hacia los vasos sanguíneos o los vasos linfáticos. Desde allí, pueden desplazarse a los ganglios linfáticos cercanos o a partes distantes del cuerpo. El estadio (grado de propagación) de un CCR depende de la profundidad de su crecimiento en la pared y de si se ha propagado fuera del colon o del recto.
Incidencia
El cáncer colorrectal, a nivel mundial, es el tercer cáncer más común en hombres y el segundo en mujeres[1], representado el 10% de todos los canceres, con el 55% de todos los cánceres ocurriendo en las regiones más desarrolladas. Alrededor del 50% de los nuevos casos estimados proviene de los Estados Unidos, Europa y Japon. Aproximadamente el 4,4% de los hombres y el 4,1% de las mujeres será diagnosticado con cáncer colorrectal en algún momento de su vida. El cáncer colorrectal afectar sobre todo a adultos de más de 50 años, pero hay una creciente incidencia (1,5% al año) en gente más joven por razones desconocidas.
Mortalidad
Respecto a la mortalidad, el cáncer de colon es la segunda causa de muerte por cáncer en el mundo[2], representado un 9,4% del total de muertes por cáncer.
La supervivencia a 5 años de los pacientes con cáncer colorrectal en estadio localizado es del 91%. Si el cáncer se ha diseminado a los tejidos de los alrededores o los órganos y/o a los ganglios linfáticos, la supervivencia a 5 años es del 72%. Si el cáncer se ha diseminado a partes más distantes del cuerpo, la supervivencia a 5 años es del 15%[3].
El cáncer colorrectal puede tardar entre 10 y 15 años en desarrollarse, transformandose de tejido normal a pólipos avanzados (adenomas avanzados o lesiones serradas avanzadas) y finalmente a un maligno y potencional tumor metastásico. Debido a esto, la comunidad médica está de acuerdo en que la mayoría de las muertes por cáncer podrían ser prevenidas con programas de cribado.
Los test de cribado de cáncer colorrectal ayudan a encontrar lesiones premalignas (por ejemplo, adenomas avanzados y lesiones serradas) o cáncer. Encontrar y eliminar las lesiones premalignas previene el desarrollo del cáncer colorrectal, mientras que la detección temprana del cáncer mejora el pronóstico del paciente. Estas dos razones hacen de el cribado de cáncer colorrectal una herramienta muy poderosa y prioritaria para las autoridades sanitarias alrededor del mundo.
Factores de riesgo
Lamentablemente, el riesgo de padecer cáncer colorrectal aumenta a medida que uno envejece, aunque la incidencia global del cáncer colorrectal en adultos menores de 50 años ha aumentado en los pasados años. Otros factores de riesgo son:
- Historia familiar de cáncer colorrectal y pólipos adenomatosos
- Una enfermedad inflamatoria intestinal, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn
- Tener un sindrome genético, como el sindrome de Lynch Otros factores de riesgo son conocidos como factores de riesgo del estilo de vida y pueden evitarse con prevención.
Esto incluye: Falta de actividad física regular, consumo de alcohol, tabaquismo, sobrepeso, dieta pobre, etc. Tener un sindrome genético, como el sindrome de Lynch. Otros factores de riesgo son conocidos como factores de riesgo del estilo de vida y pueden evitarse con prevención.
En Amadix no solo nos centramos en estos factores de riesgo, queremos ir más allá. Por tanto, estamos explorando la infinidad de posibilidades ofrecidas por los historiales clínicos y los datos del estilo de vida y registrandolos, procesandolos y analizandolos a través de las últimas herramientas de inteligencia artificial y análisis de datos para identificar nuevos factores de riesgo y crear modelos predictivos que puedan ayudar a anticiparnos al cáncer y mejorar la calidad de vida y supervivencia del paciente.
Métodos de diagnóstico actuales
Los métodos de diagnóstico de cáncer colorrectal más utilizados son la colonoscopia y el test de detección en heces. La colonoscopia permite a los profesionales sanitarios mirar dentro del recto y el colon al completo mientras el paciente está sedado y el test de detección en heces consiste en buscar sangre oculta en la muestra del paciente.
Sin embargo, estos métodos de diagnóstico existentes tienen sus limitaciones: La colonoscopia, aunque cara, es el método más sensible pero presenta un alto riesgo de complicaciones dado que el proceso es invasivo y requiere sedación. El test de detección en heces tiene una alta tasa de falsos positivos, no tiene la capacidad de detectar el cáncer colorrectal en estadios tempranos (adenomas avanzados) y tiene baja adherencia por parte de los pacientes. Hay por tanto una necesidad no cubierta de test basados en sangre para el cribado del cáncer y el diagnóstico que puedan detectar de manera temprana, precisa y fácil el cáncer en diferentes etapas.
La solución desarrollada por Amadix, PreveCol® – un innovador test en sangre para la detección temprana del cáncer colorrectal – tiene un alto potencial y ha demostrado una mayor precisión para la detección temprana del cáncer colorrectal. No es invasivo, un simple test en sangre que mejora la adherencia al cribado de cáncer colorrectal.
Bibliografía
- https://www.wcrf.org/cancer-trends/worldwide-cancer-data/
- Global Cancer Observatory
- American Cancer Society. Colorectal Cancer Facts & Figures 2020-2022